miércoles, 28 de julio de 2010

Plática de sexo con la abuela

Como parte del ejercicio de ser un futuro escritor, comparto con ustedes esta breve experiencia que MERECE ser públicada en cualquier novela que llegue a escribir.

Como antecedente, he estado yendo mucho a casa de "la abuelita" últimamente, ya que la veo más pa' allá que pa' acá. Han de saber también que mi ancestro es FERVIENTE devota de la Iglesia Católica Apostólica Romana, por lo que nuestra convivencia, por mi parte, debe soportar comentarios y actividades religiosas (hace poco me hizo llamar a "Maria Visión", un canal católico, para pedir por "una novia decente y católica, no una de esas ateas que se la viven en los antros", cosa que a la señorita al otro lado del teléfono le pareció "una idea divina") en pos del cariño que nos tenemos.
Ora bien, mi más reciente descubrimiento fue que la mejor forma de que pudieramos estar en la misma habitación sin yo tener que pasar por un exorcismo ni ella por un rato incómodo, era viendo películas. Eso si, la cláusula es NO SEXO, NO VIOLENCIA. Chinga hasta en Toy Story hay sexo (¿no? eso interpreté).

Y de eso trata precisamente mi experiencia:

Yo: Si abuelita, no te apures. Esta película no tiene nada de sexo.
Abuelita: Que bueno...porque el sexo es ¡SA-GRA-DO! (pegandole al piso con el bastón en cada sílaba). Es más, debes saber que tu abuelo y yo llegamos VIR-GE-NES al matrimonio (le encanta hacer énfasis así), tanto así que NUESTRA PRIMERA VEZ no supimos como hacerlo.
Yo: Cara de llanto y risa, con escalofríos...
Abuelita: Si...no sabíamos, tuvimos que ir a la biblioteca a investigar.


Si...así fue.

Moraleja: Si habían quedado de ir a casa de su abuela con otros primos, PINCHE ASEGURENSE que los cabrones lleguen primero que uno.

Abur.

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